En el 2019 el tótem que dominará la realidad será el del Chancho.

Los anteriores años del Chancho fueron el 2007, 1995, 1983, 1971, 1959, 1947, 1935, 1923, 1911, etc.

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El Tao del Tigre

El 1º de febrero de 2022 comienza un nuevo año regido por este felino. Conviene conocerlo para saber a qué atenerse cuando salga de la penumbra de la selva dispuesto a dar un salto.

Según la ancestral forma de conocimiento del Horóscopo chino, la fuerza del animal zodiacal Chancho gravitará en 2019 sobre todas las personas.

El Chancho tiene una manera de ser única, unas motivaciones diferentes de los demás animales, un modo de razonar propio, unas fortalezas especiales y corre riesgos que sólo él corre.

Y ese estilo, la forma del Chancho, deberá influir a todos, del mismo modo que una lluvia abundante es la misma, pero causa efectos diferentes al bosque incendiado, al campo en que empiezan a brotar las semillas muertas de sed y a la ciudad mal preparada para las lluvias torrenciales.

El Chancho marcará nuestros próximos días con su peculiar relación con aquello que le interesa. Lo que lo atrae, le causa placer. Cuanto más placer le da, más lo hace suyo. El Chancho se funde con aquello que le gusta. Y entonces se apasiona. Más y más. Cada vez entra más profundo dentro de aquello que lo embriaga y dentro de sí mismo, y así llega a otro estado del mundo.

Llega a un estado sagrado. El Chancho es el animal que a fuerza de voluntad, construyendo el mundo en éxtasis, vive en el paraíso.

Su determinación es fuerte y dura. Es tenaz, caprichoso, decidido. Cuando este año podamos tomar con las manos una maravilla que nos brote en el interior, entenderemos esa voluntad.

Va a parar muy lejos, el Chancho, en su construcción. Piensen adónde han ido a parar Juan Manuel Fangio, Alfred Hitchcock, Arnold Schwartzenegger con sus cosas.

Tan lejos llegan, que entran en una zona en la que quedan absortos. Allí las cosas ya no tienen nombre. El Chancho pierde poder de comunicación. Quizás golpeen la puerta de su casa: no oirá los golpes, porque está en una habitación a miles de kilómetros dentro de su castillo —los Chanchos, como los Tigres y los Dragones, provienen de la Nobleza, y sus casas son palacios–.

De la misma manera, si el Chancho está en problemas, no le saldrán las palabras para pedir auxilio.

En aquella remota zona a la que ha llegado no llegan los comentarios de los demás ni las reglas de la sociedad. No llega la moral, ni cualquier otro acuerdo o leyes.

No llegan, en fin, los límites. Allí dentro del Chancho todo es una sola masa. El pensamiento es sentido como sentimiento y la ética es indistinguible de la sensualidad.

Siendo noble, el Chancho no tiene la vocación de ocuparse de lo que considera las nimiedades de este mundo. Las pequeñas ventajas, la ansiedad por el alimento del mañana, la urgencia por resolver la rutina, prefiere no verlas. Y con su maciza voluntad, las hace desaparecer de su vista. Sólo se preocupa por vivir como una adicción: el prodigio que tiene en sí, y deja que la realidad se acomode sola.

Y en general, tiene suerte.

Y si no tiene suerte, paciencia, ya aparecerá mañana el pan que no le fue dado hoy.

De ninguna manera su independencia de la moral y los pactos sociales es indolencia. Simplemente, no llegan a aquello que lo absorbe.

Puede ser rudo por su fuerza, pero está lejos de sentir animadversión gratuitamente por otros. Al contrario, una de sus mayores dichas es esparcir entre sus amigos aquello que ha generado.

Esa generosidad es típica de un Señor, como lo es el Chancho.

Y también lo es su natural adscripción a los altos valores, los clásicos, los humanos.

Cuando se lo ha llegado a conocer pacífico, amable, uno puede sorprenderse cuando repentinamente se ha convertido en una masa de hierro candente y arremete criminalmente contra alguien. Lo que ha sucedido es que se ha topado con una mentira, una traición, un abuso, una injusticia.

Esas faltas lo sacan de quicio y se arrebata ante ellas, sin paciencia y sin entrar en razones.

Rata

Entre las tendencias que crean la complejidad de la Rata están sus intereses. Los intereses de la Rata son múltiples y comandan su vida. No puede resistirse a algo que brilla: necesita ir hacia eso, seducirlo, tomarlo, saborearlo, entenderlo, problematizarlo, crearle una trama alrededor. Este será el primer aspecto que comandará su vida este año. El segundo es su fundamental desobediencia. A diferencia de otros años, no actuará contra la autoridad, sino ignorándola por completo.

Búfalo

Los Búfalos tienen una necesidad excluyente de labrar y cumplir cabalmente sus cometidos. Su forma particular de hacerlo es ser dueño casi absoluto de sus acciones. Es el que empieza y el que termina, y el backup total. No está cómodo cuando debe acordar con otros qué hacer a cada paso. Este año tendrá plena libertad para dedicarse por entero a lo suyo. Si otros lo reclaman se sentirá más habilitado que nunca a no escuchar. El Búfalo podrá ser una bendición para sí mismo y un problema para los demás.

Tigre

Constituye al Tigre una voluntad temeraria. Más que nunca, este año ante una realidad que considera una invitación a vivir algo pleno de sentido, el Tigre será prácticamente incapaz de resistirse, así como será incapaz de calcular cuánto invertir, medir los peligros, evaluar las consecuencias. Simplemente se arrojará, sabiendo que triunfará, aunque todo salgo mal, aunque muera, porque el triunfo será haberse entregado a una aventura.

Conejo

Este año le toca comprobar al Conejo que las cosas pueden ser sublimes sin que estén bien hechas. Puede ser desconcertante. Más inquietante aún será la caída en las ganas de relacionarse que tendrán las personas que lo rodean. Sentirán que le sacarán el piso. La gente se estará preocupando por otros asuntos y el Conejo se sentirá solo a cargo de que lo indispensable no se destartale.

Dragón

La incomodidad que plantean las aristas de este mundo irritan al Dragón y desaparecerán ante el paso del Chancho como por arte de magia. El Dragón tendrá las manos libres para que el entusiasmo le hinche el alma. Por otra parte, será año para no necesitar que otros lo acompañen, porque así como el Dragón está volando alto, cada uno estará volando en su propio cielo. Pero tratar sólo con gente que vuela, que tiene altura, es impagable.

Serpiente

¿Qué hacer ante alguien que sonríe pero no te contesta la pregunta? Esta es la extraña sensación que primará en el ánimo de la Serpiente este año. No tendrá modo de saber cuál es el último efecto de lo que haga. No podrá penetrar en las cosas hasta aquel punto que le permite comprender, y tras comprender, empatizar y así finalmente actuar. Consuelo: la fuerza que habrá en el aire podrá resultarle exquisitamente liberadora.

Caballo

La sensación de libertad exterior muchas veces es la condición para poder ser auténtico. Este año no. Este año es el asunto en sí. Algo a cultivar, lo que incluye administrarla, o sea poner límites. Especialmente a los entusiasmos. Es cierto que se siente que limitar un entusiasmo es apagarlo, pero no es necesariamente verdad. Es posible cambiar el cauce de un río, permitiendo que el río siga corriendo salvaje.

Cabra

Es difícil entender que uno no posee aquello que le es propio. Es exactamente la clave que le regala el Chancho a la Cabra. Se distenderá mucho el sentido de la propiedad privada, y a la vez aquello que la Cabra siente como el mundo propio, ganará toda la escena. La Cabra no necesitará andar, ella será el movimiento. Esto puede ser muy feliz, pero también engañoso, porque ese movimiento no está enganchado con el mundo. O sea, el peligro es el estancamiento.

Mono

Cada animal del Horóscopo Chino se conduce en virtud de una lógica propia. Hay lógica de gran compatibilidad y hay lógicas que son absolutamente ajenas entre sí. Es lo que sucede entre el Chancho y el Mono. Situación inédita y hasta perturbadora para el Mono, cuya mente está hecha para empatizar hasta entender todo. Bien, al Chancho no. Entonces, ofuscación. Año para ejercer el aplomo y la paciencia. Si se alcanzan, hay premio.

Gallo

Donde sea, en algún lugar hay un reloj: es el Gallo. Marca el flujo informe del tiempo, pone en casillas el caos y establece así la realidad, el espacio del acuerdo. El Gallo dice “hora de levantarse” y todos entendemos. Todos, menos el Chancho. Las cosas se le irán un poco de las manos al Gallo este año. Por otro lado, el Chancho no tiene problema en entregarse a la adoración del Gallo. Reconocimientos inesperados, acaso injustificados.

Perro

“Relax, Perros”, dice el Chancho (después de un año de tensiones sin pausa). Ya no tenemos que gritarnos unos a otros que somos nosotros, porque el nosotros ya está dado. Podemos dedicarnos a cultivar aquellas cosas que se echaron a perder, pero pueden ser redimidas. Cosas simples, cosas nobles. La bondad, la generosidad, la sinceridad, la honradez. Caminando por la vereda del sol, todo estará bien.

Chancho

La tendencia del Chancho es seguir su tendencia. No existen los refrenos como fuerza opuesta, sino que la contrariedad consiste en irse demasiado lejos. La maravilla y el riesgo mortal de ir a parar a lugares de los que no se puede volver. En el entorno, podrían esperarse una cantidad inusitada de situaciones que despierten su intolerancia. Intentos desde afuera de entrometerse en sus cosas sin permiso, y sobre todo bajezas que los sacarán de quicio más de la cuenta.

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Sobre el autor:

Acerca de Gustavo Ng

Periodista

Argentino, descendiente de chinos. Periodista dedicado a la cultura china, editor de la revista DangDai, autor de Todo lo que necesitás saber sobre China (Paidós, 2015), Mariposa de Otoño, (Bien del Sauce, 2017),  El Año del Gallo de Fuego  y El Año del Perro de Tierra (Ed. Atlántida, 206 y 2017).  

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