Lo que existe en la naturaleza está en permanente estado de cambio. La muerte, de hecho, es alcanzar la homogeneización, lo uniforme. Vivir, entonces, es transformarse todos los días un poco, animándose a mutar no para adaptarse –lo que implica pérdida de identidad– sino para discurrir. Gael Policano Rossi, o Astromostra, hizo una guía para poder ayudar a lo heterogéneo, es decir, una Guía Astrológica Para Sobrevivir en la Tierra usando la lectura del cielo. El libro se presenta en Rosario este viernes 6 de Diciembre a las 21 en Arde Libros (Sarmiento 783).
En esta conversación, el autor condensa su visión de la astrología, de cómo puede tomarse la información que circula en ella y la importancia de sacarla del closet para usarla como una herramienta cotidiana. Y, ante todo, saber sobrevivir.
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—¿Qué significa practicar astrología hoy?
—Hacer astrología hoy es una práctica subversiva. Vivimos en una época de respuestas rápidas y de soluciones fáciles: “Hacémela corta”, “Hacérmelo sencillo”, te piden muchas veces. Hay entre una subestimación a la audiencia y una real limitación a la complejidad. ¿Cómo puede circular hoy con el discurso astrológico? ¿Sólo con ideas cortas, sencillas y fáciles? ¿Qué lugar se deja para las preguntas, para los misterios, para la profundidad conceptual de los arquetipos, si estamos reñidos con capturar en un segundo la atención de alguien que scrollea a toda velocidad por su feed de Instagram? Estas son problemáticas contemporáneas a la hora de divulgar astrología y de hacer llegar sus problemas. La práctica astrológica hoy puede adaptarse, sí, pero su capacidad de adaptación habla más de sus múltiples capas de profundidad y de los ecos con los que sirve para resonar con los otros, que de que esa sea la única manera de divulgarla, compartirla, volverla accesible.
—¿En la era digital, por qué publicar un libro?
—Hace siete años que participo del ciber activismo de la astrología en redes sociales, radios y YouTube. Entiendo que hay muchísimas maneras de llegar a través de lo digital, no sólo para los “astrodidactas”, sino también al público en general, menos específico, que por ahí lee mis horóscopos o escucha mi podcast en Spotify. Pero hay varias razones para escribir un libro: encuentro mucho más práctica y concentrada la relación de una persona con un libro que con un celular lleno de distracciones. Tal vez ese celular no sea el mejor contexto para un trabajo tan artesanal como es el de analizar el mapa astrológico. Mi libro, la Guía astrológica para sobrevivir en la Tierra, es un ABC de la astrología que principalmente es una guía de actividades, es como un pequeño taller literario concentrado en 160 páginas, donde antes que invitarte a “explicar” el mundo, me interesa más inventar el mundo, y que cada una de las personas que lo tengan en sus manos se sientan invitadas a activarlo, jugar, entrar y salir, con sus tiempos y a su manera. Y bueno, claramente convivir con las publicidades de Instagram, YouTube o Facebook es un ruido que por suerte en los libros no está.
—Por fuera del libro entonces, ¿cómo circula el conocimiento de la astrología? ¿Cómo sobrevive?
—Hace bastante que ando dando vueltas por las redes y por la radio, y encuentro esa circulación furtiva, caótica, a veces por rebote es súper dinámica y divertida. Hay personas súper especialistas en la astrología que se divierten discutiendo conmigo en Twitter o en redes por el estilo, así como también gente que no conoce su carta natal, o que sólo sabe que nació tal día y quiere conocer más. Entiendo que es una forma bastante lúdica y entretenida la relación que tengo con mi audiencia, más parecida a activar problemas que a resolverlos. La astrología es un lenguaje para pensar, no para explicar ni para describir, sino para inventar y jugar.
—Roland Barthes dice que la astrología es una práctica burguesa. ¿Es así? En ese caso ¿puede cambiarse?
—Es muy buena esa frase. Tuve la oportunidad de conocer la obra de Barthes en la facultad de Letras, hace mucho tiempo cuando era un estudiante. Esa frase salió en el diario, y está compilado en su libro de artículos Mitologías, siempre me quedó picando esa cita: “La astrología es la literatura del mundo pequeño burgués”. Justamente ahí está señalando la frivolidad de los horóscopos de los diarios y revistas, especialmente de la revista Elle, en Francia, indicando que de alguna manera la literatura realista está emparejada a las soluciones domésticas que proponen los horóscopos de las revistas: no tienen ninguna metáfora, no generan ningún problema, y únicamente atienden a las preocupaciones y frivolidades de la pequeña burguesía. Estoy bastante de acuerdo con esa observación, especialmente porque subraya la incapacidad de la astrología de hablar con la clase obrera (bueno, al menos en los años 50, cuando él escribe esa práctica local, divulgada masivamente en los medios de comunicación en esa época), y también de su chatura a la hora de producir metáforas novedosas y convertirse en conocimiento y no en pasatiempo. Nadie va a una galería de arte contemporáneo como un pasatiempo, por más liviana y divertida que sea esa visita, el arte es una forma de conocimiento para quien lo hace y para quien lo mira. Es por eso que antes que una “terapia” de los narcisismos o un dispositivo hipertélico de explicación del mundo, la astrología no sirve para nada, como un poema, mucho más parecida al arte que a una forma de disciplinamiento, mucho más parecida a la poesía. Al menos así lo veo yo desde acá, no me interesa calificar “la astrología” ni defender un gremio de astrólogas, porque no sé si puedo defender lo que hacen otros con esta disciplina, y porque creo que estamos más para hablar de “astrologías” en plural, antes que universalizar una práctica local. No soy la yuta y no me interesa serlo. Si vamos a hablar de burguesía, sería bueno pensar qué lucha de clases hay en las astrologías. ¿Es posible hacer una astrología políticamente neutra y desconectada del contexto? ¿Para qué usamos ese capital simbólico? ¿Por qué ciertos círculos se lo apropian en sectas selectas de enseñanza, y con cuáles fines? Me preocupa mucho más la postura del o la astróloga para ver qué tan pequeño burgués es ese discurso y qué hace con la astrología.
—¿Por qué es necesario sobrevivir en esta tierra?
—Porque la Tierra es un lugar hostil, lleno de capturas, lleno de explicaciones que te quieren amansar, lleno de gente que te quiere explotar. La Tierra es un lugar complejo, por suerte tenemos la astrología, a ver si mirando el cielo podemos salir del laberinto por arriba.