La edad
Pablo Makovsky
En la vejez lo que hemos hecho nos persigue, porque en ése pasado inacabado persisten aún deseos que ya no pertenecen a nuestra edad.
En la vejez lo que hemos hecho nos persigue, porque en ése pasado inacabado persisten aún deseos que ya no pertenecen a nuestra edad.
Es notable cuánto cambia la imagen de un hombre si en lugar de andar solo, lleva un perro. En las plazas se gana instantáneamente el ingreso a la familia de quienes tienen perro.
No miramos al pasado para constatar que nos creíamos viejos siendo aún jóvenes, miramos al futuro para adivinar en nuestro presente algunos destellos de la vejez.
Fragmentos de “Autorretrato en el estudio” en los que el autor ensaya sobre la memoria, los encuentros, el amor y el conocimiento en torno a la sonora cuerda de la vejez.
“Los viejos ya no hablan o en todo caso sólo a veces, con el rabillo del ojo. Aunque sean ricos son pobres, ya no tienen ilusiones y sólo tienen un corazón para dos.”