Aprender a nadar

Juan Vitulli

“La pregunta que me hago seguido es si es posible recordar el momento exacto donde uno toma conciencia de que está aprendiendo a nadar y que ya no podrá meterse al agua como hasta ese momento.”

Una memoria trans

Osvaldo Aguirre

En "Faltas. Cartas a todas las personas de mi pueblo que no me violaron" (Caja Negra Editora), Cecilia Gentili, recapitula un tiempo crucial de su infancia y adolescencia en Gálvez, Santa Fe.

Un bestiario cotidiano

Hagar Blau Makaroff

Un acercamiento personal a la obra de la artista Mele Bruniard expuesta en el Museo Castagnino.

La ruta familiar del quebracho colorado

Natalia Grossenbacher

La autora no sabía casi nada de La Forestal. Su familia, que había sido parte del éxodo, nunca habló de esto. Un viaje por el norte santafesino hace memoria y pone palabras a su historia

Hecho a mano

Andrés Mainardi

En tiempos de aceleración y fugacidad, el libro-bitácora-collage de Sofía López King “Artes de hacer” invita a detenerse en las texturas, en los pliegues y a explorar los sentidos de la tarea

Proyecciones de una ciudad

Andrés Mainardi

Crónica del 38º Festival de Cine de Mar del Plata en sus casi 70 años de vida. Quince películas en una ciudad que es también un museo a cielo abierto de lo que fue y quiso ser.

La ciudad de los espejitos de colores

Santiago Beretta | Victoria Herrmann

Un recorrido por la peatonal llevan a dos cronistas a La Favorita y al bazar chino DD-2. Atravesar un portal de contrastes y luces led cegadoras para contarlo

Leer en un mundo que se pierde

Andrés Mainardi

El insomnio, la pandemia, la conectividad full time y el libro "Hacer la noche" de Constanza Michelson como parte de un clima de época que desvela

Contacto

Santiago Beretta

El “fuera de escena” de las fantasías cibernéticas, el otro lado del decorado que aprisiona al mundo. Ana finge ser otra que está en Alemania. Allá, un cliente solitario que sólo necesita contacto.

Nuestra parte de la autora

Samanta Quintero Nasta

Una larga cola bajo la lluvia, aplausos, empujones, risas, selfies, en la firma de libros de Mariana Enriquez que (como un personaje de sus historias) también tiene su propio enjambre