«Recuerdo la lengua. Las lenguas pintadas en la pared en la torre 4 en Junín, donde vivía, ciudad Stone si las hay. Había un tipo que tenía un caserón, Barchetti de apellido, un viejo amargo con un patio tremendo, tres cuartos de manzana llenos de naranjos, limoneros, árboles de mandarina. En el tapial que trepábamos para robarle mandarinas y después recibir piedrazos del viejo estaba la lengua pintada. Ese fue el primer momento. No sabía qué era. Al poco tiempo vino Tatoo you y el resto es historia». Este primer recuerdo del periodista y escritor Juan Cruz Revello inicia un camino que termina en La lengua universal. Fans de los Rolling Stones alrededor del mundo (2019, Gourmet musical ediciones), un libro en el que Juan Cruz busca caracterizar y relatar cómo viven y de qué son capaces las y los fans de los Stones: las redes que tienden aquellos que se dedican a seguir sus giras alrededor del mundo, los que nunca los vieron en vivo, los coleccionistas, los que hacen cualquier cosa (pero cualquier cosa) con tal de conocerlos; el impacto del primer encuentro con el universo stone como una posible entrada al mundo.
Se trata de un libro vital, en movimiento, atado a la idea de que la banda más longeva del rock aún sigue en pie y sigue haciendo vibrar al planeta. Este relato, sostenido como imaginario cultural, desafía las mismas leyes de la naturaleza: ¿somos capaces como sociedad rockera de enterrar a los Stones? Hasta ahora, da la sensación de que son ellos quienes nos sobrevivirán.
Tenés que ser de todos
La lengua universal tiene un comienzo sostenido por dos voces que marcan ciertas premisas: la primera es una cita de Martin Amis, el reconocido novelista británico que plantea que “en los conciertos de rock suele darse cierta homogeneidad característica: todos los fans de David Bowie se le parecen y se comportan como él, todos los fans de Brian Ferry se le parecen y se comportan como él, etcétera. Pero todo el mundo es fan de los Stones”. Por otro lado, el prólogo firmado por John Pasche, diseñador gráfico y creador de uno de los mayores iconos de la historia: la lengua stone. Ya su nombre en el libro viene a desnaturalizar el mundo en el que vivimos casi sin darnos cuenta: la lengua stone no es parte del paisaje, tiene un creador con nombre y apellido.
Desde un primer momento, Revello hace un esfuerzo por no encasillar al fan del grupo. Porque parafraseando a Amis: ¿cómo es posible encasillar a todo el mundo? En este sentido, el fanatismo funciona como una democratización afectiva: todos sienten que los Stones le pertenecen y que son correspondidos, sin importar la clase social o el lugar de proveniencia. Es en este no-encasillamiento a través del relato coral que el autor busca lo singular y lo común en y entre los fans.
Sin filtro
Juan Cruz Revello comenzó este proyecto en 2015, a partir de un viaje a Orlando para verlos en vivo, bajo la terrible sensación de que no volverían a Argentina. Como aquel Gay Talese que luego de presenciar una corrida de toros en Madrid queda embelesado con el brillo de los zapatos de un crítico taurino, Juan Cruz le da la espalda al escenario y se concentra en esos que miran y admiran a Los Rolling Stones. Viajó como parte del tour que organiza año a año el bar porteño 40×5 (el único en Latinoamérica), que congrega a un vasto grupo de argentinos que siguen a la banda por todo el mundo.
Así, se destacan las historias del titular de ese mítico bar tributo, Juan Ignacio Muñoz, y la de Silvia Slimmens, la única de ese grupo de argentinos que vio a la banda con Bill Whyman en su formación. Estos son solo dos de los 150 testimonios de 33 países que recopiló Revello para La lengua universal, probando el verdadero intercambio global que existe entre quienes siguen a la banda en sus giras.
También aparece en profundidad una reflexión construida con testimonios acerca de la figura del rolinga, esta tribu tan defenestrada que generó identidad y pertenencia en Argentina a partir de la llegada de los Stones al país con su gira Voodoo Lounge, renovando público y consolidando el que ya tenían. Con los dichos de Bobby Flores, Pablo Semán y Ariel Startari –actor que llevó adelante el personaje rolinga Walter en la serie Okupas–, propone una caracterización del rolinga que no lo banaliza ni es peyorativa, sino que busca entenderlo como un producto de su época vinculado a la llegada al rock de una nueva y amplia camada de los sectores populares, como plantea Semán.
El futuro
Este año la gira estadounidense No Filter fue suspendida y postergado su comienzo por dos meses. Mick Jagger tenía que ser operado del corazón. Un mes después de su cirugía y luego de la recomendación de los médicos de cancelar la gira en su totalidad, un video desde la cuenta oficial de la banda lo muestra en un salón frente a un espejo. Vestido de jogging y remera blanca, un Jagger saludable baila, mueve los brazos como nadie antes los movió, corre hacia el espejo, se señala a sí mismo. Con 76 años recién cumplidos y una reciente operación, ya estaba preparado para salir a tocar.
Juan Cruz Revello presenta la Lengua universal en Miami, a días del cierre de la gira en esa ciudad y después de verlos en los últimos cuatro años en Orlando, Montevideo, La Habana, Barcelona, Amsterdam y Londres.
La experiencia del libro no existiría si no fuera una banda que sigue tocando en vivo porque hay un público obsesionado con ese momento en el que cualquier cosa puede pasar, en ese encuentro con las canciones latiendo. Allí se va a encontrar con amigos y amigas que aparecen en el libro, conocerá nuevos y verá el mejor show de la banda más grande de la historia. ¿Por qué? Porque el mejor concierto de los Rolling Stones es el show que está por venir.
