También la miniserie Years and Years (BBC, 2019) nos enseña –como otras series sobre el futuro inmediato– una acumulación de contemporaneidad, el despertar de cosas ya están o suceden en el presente al modo de Black Mirror (al menos en sus tres primeras temporadas).
Years and Years nos cuenta la historia de la familia Lyons, de Manchester, en la década que va desde 2019 a 2029, que a la vez corresponde al ascenso al poder de Vivianne Rook (Emma Thompson), una empresaria cuya campaña política es la antipolítica y la incorrección, un poco al modo que en Argentina vimos el asalto del poder de las huestes de Mauricio Macri y, en Brasil, Bolsonaro.
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La Europa de ese futuro inmediato es la de las sociedades atemorizadas por las corrientes de inmigrantes desplazados por las guerras y las hambrunas que produce la misma Europa. En el minuto 51 del quinto y penúltimo episodio de la serie escuchamos a la primera ministra británica alentar a su equipo en el desarrollo de campos de concentración para inmigrantes y refugiados que llaman “erstwhile” (otrora). Dice algo así como: “Prestemos atención a las palabras” (porque el término “campo de concentración” hace ruido en las mentes democráticas y liberales que agitan cierta indignación en la trama de la serie) y remonta un poco de historia, hasta las guerras Bóeres que los ingleses libraron en Sudáfrica a fines del siglo XIX.
Dice el personaje de Emma Thompson: “La vasta migración de gente se prolongará durante siglos. ¿Y si revisamos la historia? Los británicos aprendieron a vaciar los campos sudafricanos hace años. Dejaron que la naturaleza siguiera su curso. (Los campos) Estaban atestados, eran pestilentes y nocivos. Llenos de enfermedades, algo lamentable y conveniente a la par. Porque ocurrió un proceso de selección natural. Y la población de los campos se controló sola. Llámenlo negligencia, llámenlo eficiencia. Y algo más. Algunos llaman genocidio a esta política. Pero ¿habían oído esto alguna vez? ¿Los campos, los bóers y cómo terminó? No. ¿Habían leído sobre ello? ¿Se lo habían enseñado? ¿Lo recordamos? No. Lo olvidamos. Porque funcionó”.
La serie, creada por Russell T. Davies –entre todos sus méritos, que no son pocos, cuenta con el de haber sido el autor de la extraña y magistral The Second Coming–, abusa un poco de su tesis. Manchester, que la cámara apenas si nos muestra, es sencillamente la ciudad que no es Londres; los personajes sostienen y acompañan eso que Years and Years postula: que la democracia liberal se hunde emponzoñada por su propia mordida.
Pero la escena esa sobre los campos de concentración en la que la mujer que los impulsa recuerda que eso “funcionó” no debería pasar desapercibida. El estado de descomposición de la democracia y la política argentina viene a decirnos que el estado terrorista de 1976-1983 también “funcionó” y que, como lo escribe Silvia Schwarzböck en Los espantos, tras la dictadura lo que sobrevino es la vida de derecha.