Desde el 2017, el Festival Internacional de Poesía de Rosario ofrece una instancia de residencia para que jóvenes poetas participen de actividades programadas exclusivamente para ellos en el transcurso del Festival: talleres, encuentros con poetas y editores, lecturas y visitas a espacios culturales. En su 28º edición, el FIPR convocó a poetas de 18 a 23 años de los países del Cono Sur de habla española a participar de la experiencia, en modalidad virtual.
En sólo quince días de convocatoria se recibieron 112 postulaciones de Colombia, Ecuador, Perú, Chile, Bolivia, Uruguay, Paraguay y de todos los puntos cardinales de Argentina. Fue una selección muy difícil, debido al gran nivel de todxs lxs postulantes. Por esa razón, se sumaron dos nuevas plazas de residentes, logrando así una mayor representación.
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En esta cuarta edición, la Residencia del FIPR contará con un importante plantel de docentes como Revista REA realizaremos una cobertura diaria de la trayectoria de lxs poetas de la Residencia.
Presentamos a lxs seleccionadxs para la Residencia del FIPR 2020 en modalidad virtual y algunos de sus textos, poesías y fragmentos:
Víctor Eduardo Rettor. Nació en Paraná, Entre Ríos, en 1997
PLAY MELANCHOLY SONG
Ah, tristeza.
Ojalá fuera tan simple decir
estoy triste
y escribir una carta
así nomás
que diga no puedo
no tengo ganas de nada
no puedo solo
te extraño.
Estoy mirando el techo
bajón
escuchando música con auriculares
esas caracolas oceánicas
ese canto de ballenas
y sirenas
que pongo en mis oídos
para ir más allá de las fronteras
del reloj.
Por suerte existe el consuelo
de los lindos recuerdos
guardados en una canción
los olores
las maneras de tocar
el gesto en la sonrisa
los párpados.
Ah, tristeza.
Ojalá fuera tan simple decir
estoy triste
entre ácaros y ruinas ardientes de mí mismo
suspirar como si acariciara a un perro dormido
y dejar una esquela
perdida en la casa imaginaria
de los lindos recuerdos
así nomás:
Te dejé mi tristeza en el freezer
no la descongelés
a menos que suene una linda canción.
Martina Lucas. Nació en Buenos Aires en 1998
El Silencio
Solo hay puntos en mi boca.
Suspenso intacto,
abre en mí un deseo,
un suspiro desgarrado,
un hilo que cruza
labio
y labio.
Puntilla de carne
y piel.
Sangro.
Sangre de palabra inarticulada,
de voz esterilizada,
de sonido muerto.
Y descoso mis puntos.
Me abro
y no dejo de fluir,
de escupir,
de salivarme en rojo.
Me abro,
entre diente y diente,
lengua de parto,
me doy a luz.
Por fin,
viva.
Fernanda Jurado. Nació en Elortondo en 1998
Los trabajos atrasados
Todavía no me invitás a tu casa
tengo las uñas pintadas
no decidiste qué hacer
todavía escucho el álbum
de Los mundos posibles
todavía está húmeda la ropa
pero hay olor a humo
todavía
esos tornillos
soportan la repisa
no sé
lo que sentís
todavía navego en la laguna de Pedra
atrás del cementerio del pueblo
mientras una bandada de flamencos
se escapa de nosotros
todavía estamos en esa etapa
cocinamos, dormimos juntas
miramos tenis
ya no nos cuesta besarnos
en la calle, pero no pasa
nada
todavía está sucia
la vidriera de la ortopedia
hay un cartel de comida casera
en un kiosko que sólo vende
procesados
todavía compro libros y los leo
fantaseo con ir al sur
otra vez
todavía
pienso que no voy a vivir siempre acá
todavía vivo
acá
tengo una flor seca
pegada con cinta doble faz
en la pared
todavía no se descongeló
la sopa
es septiembre
y no siento
que algo haya cambiado
todavía pido chocolate amargo
y arándanos al limón
en cucurucho dulce
todavía entrego los trabajos
atrasados
no adoptamos otra gata
no ordené la pieza ni
limpié el baño
todavía fumo
mi mamá hace ñoquis
los domingos
me angustio
juntan cartones los pibes
en la maternidad
todavía duerme ahí el de pelo largo
lo veo a la tarde
todavía me hace sentir cosas
el sol
iluminando con energía última los relieves
urbanos
todavía no sé qué tatuaje
estamos viajando y se pone violeta
el monte
todavía pienso
tardé mucho en decirte
que me gustabas
todavía no me dejo ver
no me crece el pelo
todavía uso sombras azules
labial marrón
no cambio las cancanes
digo que voy a hacer cosas
que no voy a hacer
todavía bajo ollie y shovit
asumo las ideas de la gente
un sendero
al borde de la incertidumbre
todavía siento entusiasmo
dibujo al profesor
en clase
todavía,
si se tira algo en una
superficie caliente,
primero se adhiere
después se forma
una costra
todavía no existe
la síntesis total
pero sí
el silencio.
*
Nos encanta pensar
que dios viaja en un peugeot 206
que dios es lesbiana trava drag queen gay
que dios es una bruja barata que lee facebook
que dios come pochoclos salados a la tardecita
que dios explota como un maíz
que dios escucha música electrónica en su casa sola
que dios se mueve así en el espejo
que dios escribe en google docs
que dios tiene todo permitido porque es dios
que elige este mundo profano fatal
que dios no tiene ritmo pero baila igual.
Rassiel Zabala. Nació en Cochabamba, Bolivia, en 2000.
Un buen día para llorar
Hoy es un buen día
y es lo extraño.
La apacibilidad de la mañana
te deja consternado
te quedas a la espera
del momento en el que se desate la mierda.
Pero no sucede
todo va con absoluta tranquilidad
estás sentado
leyendo el periódico
y algo te incomoda
“nada” te perturba
no hay deudas
no hay problemas
no hay quien te dé lata
muy dentro de ti
sabes que lo quieres.
Sin el caos cotidiano
te quedas solo contigo mismo
y eso no te lo tragas.
Quieres una pandemia,
una guerra mundial
y nunca aparece el apocalipsis.
Sigues ahí
con la tensión en reposo
jodidamente bien.
Anthony Guerrero Zambrano. Nació en Atacames, Esmeraldas, Ecuador, en 1996. Actualmente vive en Guayaquil.
¿Por qué deberíamos esperar
a convalecer por el sida?
Si podemos escribir un poema
que pueda curar
este afán de dejarse morir.
Escribir,
una obra con la potencia de sanarcomo hacen las canciones,
componiendo un ritmo capaz
de avivar una hecatombe de células
con apenas una decena de sobrevivientes
capaces de revivir un cuerpo enfermo.
Cuando convives con
un cuerpo que arde
los tejidos mucosos de la boca estallan
dejando abismos amarillos
que debes cuidar como un niño
para no morirte.
Curar las llagas en la boca se vuelve una urgencia,
te obliga a dejar de vivir
para ocuparte de una existencia
en el interior del cuerpo
que apenas oyes por los ruidos del mundo.
Dejas el placer
mientras te invade el deseo, como planeando el viento
con las alas cortadas.
Fabrizio Sánchez Espínola. Nació en Asunción, Paraguay, en 2000
La repetición es un acto muchas veces imperceptible. Temblamos constantes, esquecemos o andamos por ahí inquietos sin darnos cuenta. Una pierna neumática, unas manos que tam borilean, unos ojos que intentan contarlo todo como cuchillas. Es fácil declarar a la repetición como imperceptible. Una respuesta que, igual, cuando parece que nos invade con la mayor fuerza, cuando tenemos la conciencia de que sucede, es porque, de algún modo, hicimos un esfuerzo consciente por abrirle la puerta. Por más mínimo que sea. Bailar, por ejemplo. De alguna forma revela que, después de todo, todavía tenemos participación. Se desborda la grieta trémula entre el cuerpo y sus límites. De algún modo, establecemos un lazo de entendimiento. En esa conexión, pasando por debajo de la tela clara de la mesa-ocurrió en un café coreano-, se cuela una dinámica. Ser-escudo. Frente a la certeza de las cosas, el cerebro bebe de la repetición para distraerse, descontracturarse. Si continúo moviendo la pierna no vas a poder ver a través de mí.
Valentina Dos Santos. Nació en Montevideo, Uruguay, en 2000
Creé una playlist
para cuando estoy menstruando
fue una decisión premeditada
es agotador no sentirme comprendida
que la cuerda y la nota
vayan para el lado opuesto
de lo que creemos
es la vida
que se desborda
y desemboca en mi bombacha beige
sin encaje sin delicadeza
más que un color bermellón que se asoma
como cuando harto de mí y de mi cuerpo
me pide permiso para morir.
*
el lenguaje, ese orfanato:
luego te encontré en la costa
y te encontraba en el ruido de las piedras
y los caracoles rotos clavados en mis pies
y te me presentabas tan ingenua
como si no me hubieses dejado nunca
como si nunca hubieses creado para mí
el mar para luego quitármelo
y luego en las noches
en las noches en las que hablabas con tu madre
y me dejabas ausente de palabras
porque esa conversación se descifra en otro lenguaje
al que nunca accederé
porque madre hija
no tengo.
*
siempre me pareció ridículo que quisieras
casarte y tener hijas
yo pensaba
pensaba para mí y para vos
esta gurisa no asimila su lesbianismo
mientras recordaba a mi madre decir
desvestir a un santo para vestir a otro.
*
iba por camino maldonado y te vi haciendo fila
para entrar a crédito de la casa
yo estaba sentada en el bondi
y vos estabas cansada de estar parada
fue la primera vez que escribí poemas de un tirón
Cayre Alfaro Fonseca. Nació en Lima, Perú, en 1997.
ESCRITO EN LA PLAYA
Este poema es el mar de Villa
Aparenta la prisa del verano
Esconde piedras y restos de vida.
El primer verso del poema debería ser:
Helado, helado, helado. ¿Cuánta gente nada?
El salvavidas vigila solo miembros del club
El sudor ambulante es la bebida oficial del verano.
Este poema debería imitar el ritmo del mar
Pero el mar de Villa no baila
Esconde plumas y restos de vida.
El lado soleado de la arena es una casa abandonada
Prohibido orinar son palabras pintadas
Esconde plásticos y restos de vida.
El último verso del mar de Villa debería ser:
Helado, helado, helado. ¿Nada gente cuánta?
Agustín Daría. Nació en Río Cuarto, Provincia de Córdoba, en 1998.
daría es un verbo en condicional
en la sala de partos
fui el más necio de los bebés:
tomé leche de la teta de un animal macho,
fui llevado a cuestas en los brazos enormes y gordos de una supermodelo
en la calle haciendo sol y siendo ocho
me dijeron que mi nombre imita
éste palo húmedo y lánguido
que me gané en la biología
como en un atrapa-peluches
obsoleto y tramposo
agustín es el nombre de la mujer más viril que conocí
de a ratos es el nombre de un animal chueco
de a ratos es el nombre de un conjuro para matar
daría es un santo wacho, huérfano de estilo
criado por maricas cuyos labiales
funcionan como cuchillos
yo, la más necio de todes
tomé leche de la teta de un animal castrado
y viví para siempre
en la maldición de la confusión
daría mil veces
mis labiosa esa suerte.
Andrea Agostina Martín. Nació en La Rioja, en 1998.
Whiscola
Tomamos whiscola
de nuevo perdí
la sensibilidad en los labios ahora
vení acá, mirá, tenés que besarme
acá, ajá, así, ¿ves?, para que
pueda
al fin
sentir
algo.
*
Me da vergüenza mostrarte qué escribo
pero te muestro.
Mi cuerpo es mi límite.
Hacés que quiera gritar mil cosas
y me callás al mismo tiempo tus
manos en mi cuello tus
dedos en mi boca.
Me digo que no la voy a intensear más y
termino con vos en el piso de un baño
y todo es tan raro.
Vos me decís que no hay
nada malo entre los dos
y yo sé que estás pensando
en dejarme.
Volvemos a ser desconocidos
pero ahora un poco más.
El foco ya se reventó
y estoy bien qué se yo jaja
yo…
estoy a punto.
César Martín Juarez. Nació en Santa Fe, Argentina, en 2001.
VENTAJAS Y DESVENTAJAS DE UNA VIDA DIGITAL
quiero escribir un poema tan horrible que
del impulso de publicarlo me ciegue
para arrepentirme después
quiero mandar un mensaje que diga
que hay gente que quiero
que hay gente que odio
que soy malo con la palabra
que soy malo con las señales
quiero subirme al techo
con una sola sábana
y dormir con el frío
cantar en plena peatonal
morder una rosa nadar en invierno
y capaz también ir a buscarte
escribir un poema tan horrible que
el impulso de enviarlo me cegué
para arrepentirme después
Morena Ponce. Nació en San Carlos de Bariloche, Rio Negro,en 1997
el domingo a medianoche
hice una lista de las plantas
que podemos tener
cuando vivamos juntas
pensé en algunas que
no necesiten ni tanta agua
ni tanta luz ni tanto tiempo
quiero dedicarles lo justo
para pasar el resto del día
sintiendo cómo se agranda tu pecho
en el momento preciso del orgasmo
para enroscarnos como dos gatos
en cualquier esquina de la casa
para chocarnos con los muebles
mientras recitamos algunos
poemas eróticos de los que
somos protagonistas
terminé agotada no tuvo sentido
pasar la noche investigando
distintos tipos de suculentas
todo lo que yo pudiera pedir
de un hogar ya lo construímos
II
escribí a mansalva
cuando dejé de verte
supongo había algo
que necesitaba salvar
del paso del tiempo
transmuté la pérdida
en poemas infinitos
me inventé un ritual
en el que quemé todos
esos sueños en los que
prometiamos cosas imposibles
me permití quererte
y también abandonarte
en el mismo momento
en el mismo espacio
en la misma hoja
pude tomar mis palabras
como escudo de guerra
ante mi propia soledad
me hice fuerte en el recuerdo
y después de un tiempo
sentí de nuevo la calma
mecerse en mi pecho
logré de a poco recuperar
entero el corazón
que invertí aquel verano
comprendí por fin
la importancia de las pausas
III
no tenía tiempo esa noche
para ir despacio
la urgencia
me rompía la boca
y me desataba la lengua
tuve miedo de desaparecer
por quedarme en silencio
que bueno que vos también
querías hablar de amor
IV
éramos jóvenes
sedientas rápidas
mientras yo pensaba
en tu labios vos ya
construías un mar
en mi entrepierna
mientras vos decías
te amo yo decía
no pares nunca
éramos dos y
siempre nos sobró
la cama la piel
el café y la ropa
Ana Belén Nahuz. Nació en San Miguel de Tucumán, en 1998. Reside en Villa Crespo, CABA
Mi padre y Luy
Leo a Vicente Luy
que me recuerda a mi padre
no porque hayan sido iguales,
pero un poco sí
Seguro no votaron al mismo presidente
pero no tuvieron trabajos formales
se fundieron invirtiendo en proyectos que
jamás veían la luz
Luy creía y tenía fe en su poesía
como mi padre en la aparición
de seres de otro planeta
Fueron como niños los dos
aunque Luy se tiró de una ventana
loco por decirle a la muerte:
me animé, aquí estoy, ya vine!
Papá fuma dos atados por día de tabaco negro
todo lo que ama
lo destruye en un instante
muere y pelea con su madre
un poco todos los días
Luego sube el volumen fuerte a la televisión
se sienta en una silla
estira y cruza los pies
mira al cielo y piensa
en ir a Córdoba de nuevo.
Al cerro Uritorco.
Anaís Luâ Nació en Coquimbo, Chile, en 1999.
Y qué se puede hacer con esto:
la curiosidad del rigor.
Según las manos que te toquen
un aullido cantará
espuma de rebotes
todo lo que suena
es todo lo que borramos
cuando estamos escribiendo.
La textura es por diferencia una rasposa intervención
Meter la mano en el sonido
de una bolsa de papel
tocar las notas de un teclado
vasos de plumavit
hacer girar una moneda de cien pesos
y comer un plato de galletas frescas
la casa de la lengua
los crotones de mi madre
el aceite quemado de un huevo frito.